viernes, febrero 01, 2008

Vivir sin miedo…

El peligro asecha. La ola de violencia aumenta cada día en nuestro país, lo que afecta considerablemente la convivencia y el desarrollo normal de la vida en sociedad, e implica acostumbrarse a una vida limitada por los temores que produce ser victimas de la violencia.

Quienes en repetidas ocasiones han sido victimas de la delincuencia urbana ya no sienten temor alguno de ser asechados continuamente por quienes, bajo la imperdonable excusa de sobrevivir, salen a las calles a “hacer su agosto”. Contrario a esto están quienes, por aquello de “ojos que no ven, corazón que no siente”, no les hace ni cosquillitas andar por aquellos “sitios peligrosos”.

En medio estamos los que, aun sin estar en medio de la tragedia, ya padecemos ese pánico alimentado por los medios de comunicación y que esperamos que la situación mejore y disminuya toda esta ola de violencia. Mientras tanto, podemos estar seguros que la disminución de la violencia empieza por nuestros hogares y que mientras colaboremos para con esta causa, la vida continúa.

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