martes, julio 28, 2009

Debió ser único

“…Y cuando ya no pueda encender la radio, ni escuchar la de los vecinos, ni arrastrar los pies balancearme de un lado al otro intentando no perder el ritmo, entonces haré sonar mis dedos hasta conseguir mi propia melodía…”

Ahora tendría 92, una idea escasa de cómo hacer música, una voluntad de hierro y unas ganas enormes de continuar siendo feliz.

Tal vez carecería de fuerzas para trabajar la tierra, pero estaría internado en lo más profundo del sembradío de Café para asegurarse de que todo esté saliendo bien y de no tener que vender hasta su honor para poder costearlo.

Podría andar reclamando su -jamás reconocido- derecho a no irse antes de los 108 años, pues su contrato de vida de 83 podría ser renovado por otros 20 y Dios le concedería 5 por buena conducta (aunque partió antes, sin habérselos ganado).

Lo imagino supersticioso, admirando las propiedades de la canela -por eso de la esencia y las buenas vibras - y haciendo alusión a lo aprendido del libro “Como hacerse millonario” leído hace 18 años. Jugaría la lotería por las tardes y haría combinaciones exóticas basadas en los sueños.

Y qué tal el tipo de abuelo del que siempre algo se puede aprender. Ese que proclama la optimización de los recursos y el respeto mutuo. Desestimaría la legalización del narcotráfico y el aborto, sobre todo si se tratase de un familiar suyo.

De haber sido escritor, poseedor de un intelecto envidiable, no leería este Post para evitar contradicciones familiares. Jamás se uniría a las filas perredeístas ni apoyaría la reelección. Cultivaría el amor por la lectura y creería firmemente – cual Física Cuántica- en que somos energía y estamos todos conectados.

Pero si fue solo un tipo común -de los que a su edad juegan Dominós con los colegas y escuchan “la pelota”- pensaría que, mejor que ser una extraña combinación de todas las anteriores, le gustaría seguir siendo el viejo alegre que, por irse a destiempo, su nieta no conoció.

viernes, julio 03, 2009

Que cambias!!!


Te aseguro que cambias. Que en la medida que dejas que las cosas pasen y, en vez de hacer planes, solo planteas opciones, ves como todo ocupa su lugar. Déjate llenar de esa magia que te hace pensar que todo es posible, que hace que tu semana parezca un arco iris y que da sentido a cada mañana que al despertarte te regala una sonrisa. Deja que te toque y verás que cada día será viernes.