Ya es mediodía y aun no ocurre nada extraordinario. Si no se disfruta de este día todos los años, era de esperarse que este sea especial. Sin embargo, solo ha sido otro día más de trabajo, de esfuerzo irreconocido, de neuronas malgastadas y no remuneradas, de tapones que no avanzan ni con la insistente sirena de una ambulancia, y además, de ropa mojada porque el sol se ha ausentado y parece que su falta será cubierta por la lluvia.
2 comentarios:
Me agrada la tematica de su blog, Srta. Oviedo. No sabia que ud. escribia tanto! Pero de eso se trata no?
Leks Moor.
Pues ya ve Sr. Moor...
Gracias por su visita, lo espero de vuelta...
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