jueves, febrero 21, 2008

Madurar…

A veces todavía siento que estoy en el lugar y tiempo equivocados. Mis compañeros de trabajo son casi 10 años mayores que yo (soy la menor de toda la oficina), así que vivo involucrada en puros cruces económicos, preocupaciones por deudas bancarias y conversaciones de asuntos maritales y padres preocupados. Al estar en medio de todo esto, en ocasiones también tengo que opinar, y cuando eso sucede, ya creo estar escuchando a mi padre. Sin duda hablar como él es signo de que estoy madurando.

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