Tres grandes modas arropan nuestra sociedad: usar el Marketing Viral para causas sociales, la ‘Preocupación por el
Verde”, y la euforia por el Cuidado de los Animales. La moda no incomoda, pero
enferma.
Pero algo que, sin duda, no pasa de moda, y es
su ausencia lo que enferma, es eso de estar enamorado. Como medicina para el alma, es ese cosquilleo que nos
fulmina. La mirada impasible al teléfono para asegurarse que no se perdió su
llamada. Este letargo que nos condiciona, nos sumerge y nos vuelve lentos…nos
enloquece sin medida, nos mortifica y se va el aliento. Las señales siempre son
las mismas, y aun así tardamos en darnos cuenta.
El amor todo lo cambia, todo lo puede, todo lo transforma. Todo lo vuelve más
sublime, más cercano, más certero. Para ser real tiene que tambalear tu mundo,
ponerlo de cabeza. La belleza del amor esta en lo simple. En la bondad que le
trae a tu cuerpo, alma y espíritu. Es ese aporte a la sociedad cuando hace
lucir ante los demás lo mejor de ti.