jueves, febrero 07, 2008

Elegir…

Ayer estuve de compras con una amiga y llegué a casa con solo un helado en una mano y el lapicero con que luego escribiría esta entrada en la otra. No compré nada porque me dediqué a observar lo que ella hacía y a intentar hallar respuesta a una incógnita que me surgió en aquel momento.

Estaba mi amiga buscando unos jeans. Tenía toda la disposición de encontrar aquel que mejor le ajustara pues tenía todas las características bien definidas, su búsqueda era específica. Luego de buscar intensamente, descartar y de haberse probado varios y varios de los tantos que había, recibió el flechazo mortal de unos que la volvieron loca. Procedió a probárselos y, para su sorpresa, ése que era su talla no le quedaba. Así que decidió elegirlo en una talla más grande e inició la búsqueda.

Aun rodeada de decenas de pantalones diferentes, no tenía ojos para ningún otro. Los había en el mismo tamaño, y más pequeños también, pero ella solo se aferraba al mismo; deseaba encontrarlo intensamente.

Es aquí en donde surge mi cuestión: Nos pasará lo mismo con los hombres? Eso de mirar, elegir, y luego ya no querer seguir buscando, o buscar intensamente para encontrar lo previamente elegido?

Luego de 30 minutos en una búsqueda exhaustiva, unos 5 más de reflexión y, talvez otros 2 de remordimiento, termina la búsqueda e inicia la próxima etapa de compras, en la cual mi amiga se decide a elegir otro modelo. Se reinicia el proceso, ya saben – miras, te pruebas, vuelves a mirar, vuelves y te pruebas – hasta que, finalmente, luego de rechazar el modelo anterior, olvidarse de él por completo, sin dejar rastros en tu memoria que impliquen remordimientos de conciencia y otra búsqueda futura, elige otro modelo que, además, considera mejor que el anterior y hasta decide llevarse otro más.

Yo, que mientras tanto continuaba observando, en esta parte de la historia me pregunto: Nos pasará lo mismo con los hombres? Eso de pensar que solo hay uno y luego darnos cuenta que tenemos mas de donde elegir?

Mientras consigo mi respuesta me quedo con esta última parte que resulta ser una maravilla para nosotras las chicas: podemos elegir.

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