martes, abril 01, 2008

Retroceso…

Sí, ya lo sé. Ya aprendí, después de sufrir un poco, que pocas cosas me pertenecen; todo es prestado (sin necesidad de ir a una explicación teológica), y el dueño tiene serias intensiones de reclamar lo que es suyo. Ahora lo sé, después de atravesar el camino de la decepción por haberme acostumbrado a algo que no era mío.

Ahora ya sé que es parte del ciclo de la vida, eso de cambiar para estar mejor. Primero te acostumbras a algo, luego te lo quitan y te cambian para que te acostumbres de nuevo; y en el proceso te das cuenta que no tienes nada y que en el camino de adaptarte nuevamente descubres cosas interesantes que antes no pensabas que existían. Así que terminas agradeciendo por el cambio y contando una historia que dice: de no ser porque me cambiaron jamás hubiera pasado tal cosa (aún cuando digan que el “hubiera” no existe).

Todo lo que espero es que esta Entrada me sirva de recordatorio para que la próxima vez que algo malo me suceda pueda pensar que “todo sucede por una razón”, en este caso, una buena razón, aunque en mi interior yo sepa que esto es una pendejada. Bonita forma de aprender.

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