viernes, abril 04, 2008

Con-ciencia

Luego de una acalorada tertulia y de varios intercambios de ideas sin llegar a un punto en común, le prometí a Rodolfo que me apoyaría en fuentes confiables (en este caso la Enciclopedia Cumbre, sin restar merito a las muy buenas bibliotecas virtuales) para aclarar un poco nuestras confusiones sobre la mezcla de definiciones que describen nuestras acciones diarias, como quién o qué ordena lo que hacemos y por qué lo hacemos.

La búsqueda arroja como resultado la depuración de dos conceptos: Cerebro y Conciencia. Solo espero que esto no parezca una clase de mi profesor Evy Madrigal (Ética Profesional).

Cerebro: parte antero-superior y mas voluminosa del sistema nervioso encerrado en el cráneo. La corteza cerebral en los vertebrados inferiores esta relacionado totalmente con las funciones olfatorias, pero en los mamíferos superiores esta relacionado con impresiones sensoriales y sensitivas diferentes a las del olfato que dominan las actividades motoras y la sensibilidad. El tamaño del cerebro tiene poca importancia para la inteligencia. Se supone que las diferencias entre la inteligencia del ser humano y la del animal se basan principalmente en la cantidad de materia gris.

Conciencia: conocimiento exacto y reflexivo de las cosas. Tener conciencia significa, en este sentido, conocer con claridad y exactitud alguna cosa. De un modo semejante decimos que una persona no tiene conciencia cuando no sabe distinguir entre el bien y el mal, y llamamos voz de la conciencia a esa voz interior que nos acusa de haber cometido alguna mala acción. Según la Biblia esta voz (la misma que oyó Caín después de matar a su hermano Abel) es la voz de Dios. Otros opinan que esa entidad que habla por intermedio de la voz de la conciencia, somos nosotros mismos, que nos reprochamos por habernos apartado de las enseñanzas morales recibidas.


Entonces yo tenia razón sobre dos puntos (que se relacionan con la parte escrita en azul): primero, que debemos diferenciar entre el cerebro, que como parte del sistema nervioso envía señales sensitivas al cuerpo, y la conciencia, que es lo que determina cuales de esas señales debemos ejecutar o no según puedan ser malas o buenas. Y segundo, que cuando decimos no tener conciencia, en realidad lo que no tenemos es Conciencia Moral, que es la que se alimenta previamente de buenas o malas acciones y así puede distinguir entre ellas.

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