martes, abril 08, 2008

En tres segundos…

Creo haber permanecido inmóvil por algún tiempo, (y de haber sido por mí, seguro lo habría hecho), pero el reloj sabe que fueron solo tres segundos. Un suspiro dio punto final a lo que tanto me temía; mientras sostenías mi mano, cerré los ojos (lo suficiente para sentir la calidez de tu cuerpo) y los abrí rápidamente con el temor de ya no poder volver a ver los tuyos.

Había sido incapaz, hasta ese momento, de imaginar lo abarcador de una mirada. Ese momento, tan pequeño y memorable, cuando ahoga la prisa por ignorar si es el ultimo y en el que provoca decir tantas cosas.

Tres segundos: tu escasa vida unida a la mía por dos manos que se toman, el flechazo de una mirada que converge en el punto infinito en el que las palabras ya sobran, y el silencio imperante interrumpido por un ultimo suspiro. No es ese adiós el ultimo, solo te has ido al cielo.

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