viernes, noviembre 14, 2008

Hasta entonces…


Y sentados en la azotea vimos la luna. Hasta entonces solo había pensado en puertos: muelle, orilla, barcos, peces, redes, tantos. Y estaban todos.

La calle seguía desierta. Esa, la que alguna vez fue mi favorita, hoy es tan solo la que completa la cuadra…o tal vez siempre lo fue, pero, para entonces, era mi favorita. Dime si estoy atada a las cuerdas de tu destino.

Alguna vez estuve allí. Pasé por aquella calle y vi la partida del otoño, la nostalgia navideña peinando los postes de luces apagadas, el recuerdo que algún día pintó tu infancia y el sonido tímido de aquellas carcajadas que se escapaban cuando nos visitaba la lluvia.

Pero una vez tomados de la mano, ya no había más puertos, ni muelle, ni orilla, ni barcos, ni nada…sólo estabas tú, viendo la luna sentados en la azotea.

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