miércoles, marzo 18, 2009

Fue solo eso…

Me asusté mucho, tanto que varias horas más tarde aún me temblaba la voz. Afortunadamente nadie murió, hubo unos cuantos heridos, y otros, como yo, que habían perdido la calma. Hice un par de llamadas mientras intentaba, sin resultado alguno, digerir la situación. Me pasa con frecuencia, los nervios me provocan risa; así que mientras unos y otros están aterrados yo estoy buscando en mi mente sucesos similares del pasado para ver cual podría ser la reacción adecuada para ese momento.

La gente seguía llegando y se acumulaban cada vez más y más. Preguntaban lo mismo una y otra vez, y la respuesta variaba de una persona a otra. Era un día muy caluroso y mis receptores al teléfono no entendían como es que podía estar tan nerviosa si no me había pasado nada, o si realmente no había pasado nada, así que tuve que suspender las llamadas. Excepto la del trabajo para decir que llegaría tarde, pero esta vez no di ninguna explicación.

Mientras cundía el pánico cientos de cosas pasaron por mi mente, incluyendo que talvez esto fue solo un impase para evitar algo peor.

Y cuando ya nada más se podía hacer, solo irse a casa, apareciste tras de mí para susurrarme al oído “solo vine para darte un abrazo…”.

No hay comentarios: