viernes, marzo 07, 2008

Esperanza…

De pequeña me habían dicho que las personas que pasan los últimos años de su vida sufriendo por alguna enfermedad, estaban pagando los errores que cometieron en el pasado o talvez habían sido muy malos cuando eran jóvenes.

Tuve la impresión de que la excepción a esta teoría era mi abuela materna, que se había pasado ya cuatro años postrada a una cama como consecuencia de una desviación en la columna. Simplemente no comprendía como Dios podía estar castigando así a quien había vivido de manera ejemplar los mejores años de su vida.

Se levantaba a las cinco de la mañana para empezar a trabajar. Aunque nunca fue a la escuela, aprendió sobre números y a negociar. Siempre daba mucho mas de lo que tenia (aunque tenia muy poco), sin esperar nada a cambio.

Jamás he conocido persona más noble y bondadosa. Tiene la inocencia de una niña, al igual que la pureza de su corazón. Tiene sus defectos, como todos, pero pueden pasar desapercibidos. Puedo imaginar que nunca tuvo enemigos.

Cuando le pregunté cómo era posible que, siendo como había sido, Dios la estuviera castigando, ella simplemente me respondió: “Talvez por haber sido así es que aun me tiene viva…”

2 comentarios:

Flia Suardíaz Inthamoussu dijo...

Menuda reflexión la de tu abuela.

keylíng dijo...

tremenda respuesta!
^_^