Antes de enamorarme de ti, te olvidaría.
Antes de consolarme, te perdería.
Para no tener después que desterrar tu piel,
para que solo parte de ti pueda dejar de ver.
Ahora que son solo palabras las que habitan mi
recuerdo,
prefiero renunciar a tenerte pretendiendo que
duela menos.
Para no tener luego que olvidarte por completo,
prefiero no conocerte, a después olvidar tu sabor,
tu ternura y tus besos.