
Raphael, 50 años después, sigue siendo aquel que cautivó e hizo vibrar con sus canciones a mis padres y hoy hace lo mismo conmigo. Su carisma y su gracia en el escenario se mantienen intactos. Tres pantallas con proyecciones alusivas a su carrera y más de dos horas y media de canciones acompañadas solo por un piano fueron lo que el artista español trajo para celebrar su 50 aniversario en la música. No es cualquier cumpleaños, por eso me siento orgullosa de haberlo celebrado con él. Enhorabuena!